Movilizar y relajar la columna después de un día duro de trabajo es algo fundamentar para una buena salud articular.
Con los pies y las manos paralelos y apoyada sobre una base estable como un taburete o una mesa baja, alterna los movimientos manteniendo los dos pies en el suelo, levantando los talones mientras llevas la cabeza hacia el pecho dejando que se redondee la espalda. Mantén los hombros relajados en todo momento. Explora la sensación de moverte en coordinación con la respiración y en las diferentes direcciones del espacio. Observa las zonas donde acumulas más tensión para liberarlas.